BAFWeek se consolida como el evento de moda nacional por excelencia, un espejo que refleja nuestra identidad y las motivaciones regionales en el vasto campo del diseño, la moda, las artes y otras disciplinas que se entrelazan para forjar un universo siempre renovado. En esta edición, tuvimos la oportunidad de sumergirnos en las propuestas de diversas marcas, lo que nos permitió decodificar los universos íntimos y personales que cada una construye. El espacio que alberga cada colección y las motivaciones de su proceso creativo se revelan al público, invitándonos a interpretar su mensaje.

Sadaels presentó “Falta de Tacto”, una colección que transformó la poesía de Oliverio Girondo en una propuesta de moda con una convicción fuerte. El espacio elegido fue una galería en el microcentro porteño, donde la disrupción entre los looks de alta costura y un entorno cotidiano generaba un discurso por sí mismo. Las pasadas eran hápticas, con un juego de siluetas, transparencias y texturas que buscaban presumir la calidad estilística de la marca. Sadaels dominó el juego entre lo sensual y lo tradicional, con referencias claras y una propuesta que buscaba evocar emociones.
La estilística completa estuvo marcada por la disrupción y la sensualidad: cabello ”wet” y desenfrenado, un maquillaje "nochero" y transgresor, y looks donde el calzado era tan alto que impedía caminar, o la ropa interior se dejaba a la vista, exponiendo mundos internos en pasarela con brillos, cuero o red. Fue una propuesta hipnótica e íntima.
Tuvimos la oportunidad de conversar con Heidi Clair, y se hizo evidente un punto clave de su colección: más que "looks", lo que presentó en BAF eran "construcciones visuales", donde cada conjunto creaba su propia narrativa. La colección se inspiró en el Mediterráneo, fusionando la impronta rockera y romántica que caracteriza a la marca. El escenario elegido fue un caserón de estilo clásico en Palermo Chico, con violines de fondo en los jardines traseros que marcaban el paso de las modelos.
El contraste fue palpable: encajes, cinturones de cuero, chaquetas con volados y vestidos de canutillos de confección extremadamente delicada, combinados con botas altas, que aportan una propuesta mucho más rockera y desenfrenada. La propuesta de Heidi Clair fue impecable, con cada detalle cuidadosamente pensado, donde el effortless chic y la idea de un look ligeramente descuidado fueron los protagonistas.
Desde los jardines del Museo Larreta, un espacio emblemático por su impronta hispánica, sus laberintos, fuentes, palmeras y arbustos domesticados, la propuesta de Gusmán se sintió como un microclima natural dentro de la capital. "TURUCUTO", la nueva colección de Gusmán para primavera-verano, reveló una propuesta profundamente íntima para la diseñadora, que remite a sus orígenes en el interior de Tucumán y a la profunda conexión con la naturaleza que marcó su primera infancia.
La pasarela presentó looks minimalistas, construcciones despojadas y simplistas, donde la practicidad y la comodidad, sellos distintivos de la marca, eran protagonistas. Sin embargo, esta simplicidad convivió con la complejidad en la construcción de ciertos looks, incorporando texturas, estampados, colores vibrantes e incluso corbatas a rayas. Las modelos recorrían el espacio con una naturalidad que sugería familiaridad, acompañadas por canciones de cuna como “Duerme, duerme negrito”. La lluvia, un invitado inesperado, marcó el inicio y el fin de las pasadas, convirtiéndose en un acto poético y una manifestación natural que la marca interpretó como símbolo de resiliencia. "Menos es más" resume la filosofía de Gusmán, subrayando la fidelidad a nuestro estilo e impronta personal.
Bestia exploró "la belleza del caos" a través de una búsqueda única: una propuesta escénica y teatralizada que tuvo lugar en su local de la calle Malabia. Una multitud de personas expectantes en la calle generó ruido, movimiento y tensión. En este ambiente, los modelos emergieron, descendiendo de camionetas y siendo "asaltadas" por flashes, gritos y música a alto volumen. Fue como vivir en carne propia un videoclip de Christina Aguilera o Britney, transportándonos a un escenario de alfombras rojas con superestrellas luciendo tiro bajo, tapados de piel, bikinis, lentes de sol y tracksuits; todo era una oda a los años 2000.
El desfile culminó en un after party dentro del local, donde los modelos mantuvieron su rol de supermodelos y estrellas, posando en la vidriera. Esta propuesta disruptiva, lúdica e informal rompió los estándares tradicionales de BAF, manifestando las convicciones de jóvenes desenfrenados y ajenos a la búsqueda de aprobación.
El desfile de Vanesa Krongold se articuló alrededor de un manifiesto contundente: “13 Vestidos Imposibles”. La diseñadora concentró su propuesta exclusivamente en esta tipología, posicionando al vestido como la prenda ideal para iniciar una inversión en diseño de autor. El estilismo de los looks se vio realzado por una colaboración clave con Adidas, una marca con la que Krongold trabaja desde hace años. Esta alianza permitió crear un contraste notable entre los delicados vestidos de denim o tules y las zapatillas Mega Ghostride, que aportaron una inconfundible impronta de los años 2000 y el streetwear.
Más allá de la espectacularidad de los diseños kitsch, el desfile de Krongold se distinguió por su intención de transportar al espectador a su propia narrativa. La música de la pianista polaca Hania Rani y el espacio disruptivo y desordenado de un local de telas en Once crearon un telón de fondo único. Este equilibrio entre la belleza de piezas de alta costura, meticulosamente curadas, y un entorno sin jerarquías visuales claras, resultó poético y teatral, sutil y violento, íntimo y una verdadera manifestación de color, formas y una propuesta visual impactante en la pasarela.
En una apreciación final, podemos definir a BAFWeek como un auténtico creador de universos. Como espectadores, experimentamos sensaciones similares a las que se producen al apreciar una obra de arte, estableciendo un "contrato" con el artista —en este caso, el diseñador— donde intentamos comprender sus motivaciones estéticas sin prejuicios previos. No se trata de validar una propuesta sobre otra, sino de observar y apreciar una profunda exploración del diseño y la moda; una propuesta sólida pero a la vez fragmentada, donde diversos universos conviven en un mismo marco. Desde Alterna y a nivel personal, valoramos profundamente el diseño argentino y la diversidad de propuestas que BAFWeek ofrece, que nos inspira y motiva tanto en nuestro proceso creativo personal como colectivo.