Reflexiones y recomendaciones

de fotografía analógica


por Nolan Price

Reflexiones y recomendaciones

de fotografía analógica


por Nolan Price


21 / AGOSTO / 2025


21 / AGOSTO / 2025

Siempre hay un roto para un descocido.


Eso es lo q pienso del registro analógico.


Una mente y un cuerpo en dolor que encuentra paz a su ansiedad y a esta sobre-estimulación virtual en la que estamos tan sumergidos, a través de un proceso totalmente puro, artesanal.


Me abruma que hoy en día todo sea tan instantáneo y tan desechable. Eso mismo es el combustible de mi pasión.


Siempre hay un roto para un descocido.


Eso es lo q pienso del registro analógico.


Una mente y un cuerpo en dolor que encuentra paz a su ansiedad y a esta sobre-estimulación virtual en la que estamos tan sumergidos, a través de un proceso totalmente puro, artesanal.


Me abruma que hoy en día todo sea tan instantáneo y tan desechable. Eso mismo es el combustible de mi pasión.


Mi registro analógico está totalmente ligado a la calle, sus matices, ausencias, lo cotidiano (y lo no tanto).


Hay un estado mental en el que me gusta sumergirme, el del ojo atento: observar todo lo que se encuentra a mi paso sin descartar nada, expectante a todo. Ver más que mirar. Cosas que si no estás atento no ves, secuencias que pasan en fracciones de segundo. Levantar la cabeza y ver arquitectura a la que no le habías prestado atención.


Cuando me encuentro transitando algún bloqueo creativo me gusta volver a donde empecé: patear la calle, expectante a lo que sucede a mi alrededor.


En mi forma de fotografiar conviven las dos cosas: muchas veces aparece el cuadro frente a mis ojos y simplemente te das cuenta —desenfundo, hago la medición y tomo el registro—. Otras veces implica salir a buscarla, un ejercicio más desafiante que se conecta directamente con el ojo atento. Sin una mirada crítica sobre el mundo que se desarrolla frente a nosotros, nunca se va a poder tomar un cuadro genuino, auténtico.

La textura y la nostalgia de lo fílmico siempre me llamaron la atención, incluso cuando era mucho más chico y no tiraba fotos. Hoy en día todo es tan instantáneo y hay tantas imágenes por todos lados que resulta abrumador.

Tener un límite de registros y pensar dos veces el disparo te entrena el ojo: la rapidez con la que desenfundás tu cámara para capturar eso que viste.

Es terapéutico tener que esperar tanto tiempo desde que colocás el rollo hasta que vuelven los resultados, y la excitación cuando te llega el escaneo simplemente no tiene precio. Fotos que no recordabas que tiraste, paisajes, personas, momentos y mucho aprendizaje.

Aprendizaje, técnicas y recomendaciones



Aprendizaje, técnicas y recomendaciones



Lo mío fue y es casi totalmente autodidacta. No estudié en ningún lado ni nadie me enseñó de forma directa. Me acuerdo que cuando compré mi primera cámara no tenía ni idea de cómo se usaba ni cómo iba a sacar las fotos, y fueron esas ganas de aprender las que me impulsaban a agarrar la cámara y salir a la calle a jugar, a sacar y sacar y sacar.


La única manera de aprender de tus errores en la fotografía analógica es sacar fotos y revelar, sacar fotos y revelar, casi sin parar. Con el revelado ves qué sacaste, a qué le pifiaste, qué te gusta, qué no, con qué línea seguir.


La única técnica es la que le sirve a cada uno. Hay aspectos básicos que aprender, sí, pero hay que permitirse jugar, cometer errores y sobre todo ser gentil con uno mismo para poder evolucionar.


Un consejo importante: estén atentos con el escaneo de sus registros a la hora de revelar sus rollos. Por ignorancia (o por el camino mismo del aprendizaje) no sabía que mis fotos estaban siendo escaneadas con un escáner de muy mala calidad, casi arruinándolas por completo.


Les voy a dejar ejemplos de ambos escaneados para que vean las diferencias. Ya a simple vista van a notar que la foto de la izquierda tiene los colores opacos y saturados a la vez, casi sin definición y totalmente oscuras, sin matices ni brillos, con mucho ruido sobre la foto.


En cambio, en la otra versión, los colores están en su máximo esplendor, bien nítidos. Se aprecia el grano del rollo, casi mínimo, pero presente.

Recomendaciones finales

Los rollos que más me gustan: Fujifilm 200, Kodak Gold y Kodak Trix 400 (sin un orden específico).

Lugar favorito de revelado en Argentina: C41 (@c41photo).

Rollos también en C41 o en Femal Fotografía (@femalfotografia).

El ISO indica la sensibilidad del rollo a la luz:

Un número bajo como 100 o 200 da un grano fino pero requiere más luz.

Un ISO 400 u 800 es más sensible a la luz, permite capturar imágenes en condiciones de poca luz, pero a costa de un grano un poco más grueso.

Recomendaciones finales

Los rollos que más me gustan: Fujifilm 200, Kodak Gold y Kodak Trix 400 (sin un orden específico).

Lugar favorito de revelado en Argentina: C41 (@c41photo).

Rollos también en C41 o en Femal Fotografía (@femalfotografia).

El ISO indica la sensibilidad del rollo a la luz:

Un número bajo como 100 o 200 da un grano fino pero requiere más luz.

Un ISO 400 u 800 es más sensible a la luz, permite capturar imágenes en condiciones de poca luz, pero a costa de un grano un poco más grueso.

por Nolan Price

por Nolan Price